El siguiente texto es el resultado de
una serie de reflexiones en torno a mi actividad como profesor hechas durante
la primera unidad de la especialidad en
Competencias Docentes.
Mi nombre es Ricardo Hernández Cides, soy egresado de la
Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana en Orizaba,
Veracruz, lugar donde naci un 12 de abril de 1987, el elegir esta carrera fue
toda una osadía debido a que como la mayoría de los estudiantes va uno
creciendo y pensando en ganar mucho dinero, sin embargo, cuando uno crece se da
cuenta que el dinero no lo es todo, comencé mis estudios en bachillerato
especializándome en enfermería general mi tirada era ser medico algún día, sin
embargo durante mis practicas me di cuenta que no llevaba ese temple que tienen
los doctores, yo me apropiaba del sentir de los pacientes y me ponía muy mal,
me invadía la tristeza constantemente, por tal motivo renuncie a seguir estudiando
para medico, termine mi bachillerato pero esta vez elegí una universidad
después de un análisis muy grande junto con mi padre y decidí estudiar química
ya que siempre me había gustado esa materia, comencé a preguntar y me agrado y
fue así como me incline a estudiar la carrera de Químico Farmacéutico
Biólogo. Al terminar mis estudios en
la universidad, comencé trabajando en laboratorios particulares, comenzando con
uno que aun trabaja con normas ISO, lo cual fue de gran ayuda para mi, pues me
ayudo a trabajar correctamente, bien y a la primera, claro que nadie esta exento
de errores pero se aprende a trabajar lo mejor posible, después de ahí estuve
en un laboratorio que parecía ser todo lo contrario al primero, fue ahí donde
me di cuenta cuan importante era tener buenas bases para poder trabajar con
calidad. Es curioso, que cuando estamos en la escuela queremos salir corriendo
de ahí, pero cuando ya no vamos más a la escuela, como nos gustaría regresar y
aprovechar esas oportunidades tan grandes que nos dan.
Con el paso del tiempo conocí el amor de mi vida y por
cuestiones de trabajo tuve que dejar mi lugar de origen y seguirla a donde
fuera, motivo por el cual llegue a Tuxtepec, Oaxaca donde comencé trabajando en
un laboratorio pequeño, donde la calidad de trabajo era muy deficiente, nada a
lo que estaba acostumbrado trabajar, intente por varias maneras implementar
procedimientos correctos, controles de calidad, varias cosillas con motivo de
trabajar correctamente, sin embargo, no sentí apoyo de mi jefe inmediato, con
el paso del tiempo sucedió algo que a la fecha agradezco profundamente a Dios,
¡me despidieron¡, y ustedes se preguntaran ¿cual es el motivo de agradecer?
Pues que dos horas después de haberme enterado que no tenia mas empleo, mi ahora
esposa, en ese momento mi novia me llamo diciéndome, casi como caído del cielo,
que había una oferta de trabajo para mi en el C.B.T.i.s. No. 107 en Tuxtepec,
Oaxaca, ¡¡¡increíble¡¡¡ me despidieron por falta de presupuesto, caí en
profunda depresión, pero a las dos horas ya tenia trabajo y muy bueno, con toda
mi alma agradezco a Dios por que este trabajito que tengo me ha llenado de
mucho aprendizaje y solo llevo un año y medio trabajando aquí, en fin con
muchas ganas y un excelente animo comencé a trabajar, claro que es importante
mencionar que nunca me había cruzado por la mente ser Docente, sin embargo me
llamaba la atención esta profesión, apenas cumplí un año y medio de laborar
como docente, sin embargo es increíble todas las cosas que he aprendido, tanto
de los alumnos, como de la profesión en si, cada día que me levanto comienzo
con una sonrisa, cada día se aprende algo nuevo y si sigo como voy pienso que
muy pronto voy a amar esta profesión sin lugar
dudas. De todo se aprende, pero se aprende más de los errores, sean
propios o de nuestros compañeros, trato de mezclar la realidad con las materias
que imparto, pues muchas veces se le hace creer al alumno que únicamente con lo
que aprenden en la escuela es suficiente para encontrar un buen trabajo, o para
satisfacer las necesidades propias o incluso de nuestro jefe, sin embargo no es
así, en la vida real, fuera de la escuela, el joven recién egresado, busca
trabajo y no encuentra, no caen de los arboles buenos empleos, en la mayoría de
los trabajos disponibles te negrean, es decir te explotan, trabajas mas de lo
que ganas, para eso no esta preparado el alumno. Continuando con mi relato me
gustaría decir, en palabras de un excelente escritor:
“Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi
seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡¡Qué
cara de crío¡ A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me
acabara la materia que había preparado para cada clase, a que un alumno me
hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder
seguir la clase... Aún
me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para
aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba
lejos de poseer...” (Esteve, 2003)
En el primer día de clases sucedió que, como era mi
primera vez como docente, los nervios invadían todo mi cuerpo, trate de
controlarme pues los alumnos no debían darse cuenta de ello, le escribía, a mi
novia, ahora esposa, cómo me sentía, las cosas que me pasaban, ese sudor frio
que invadía mi cuerpo justo antes de entrar al salón de clases, sin embargo,
cada día ha sido diferente, cada hora de clase me ha dejado una experiencia que
de ningún otro modo podre obtener, gracias a esas pequeñas dificultades que se
me presentaron; como, preguntas de alumnos que sinceramente no sabia responder,
me di a la tarea de investigar y al otro día o a la siguiente clase poder
retomar el tema y despejar la duda antes presentada, eso me ha funcionado hasta
ahora, y pues bueno, la preparación antes de la clase es fundamental.
Ser Docente ha sido un honor muy grande para mi, estoy
emocionado por la profesión que tengo y creo que en gran medida puedo ayudar a
nuestros alumnos, tratar de hacerlos mejores alumnos, mejores estudiantes y por
que no, hasta mejores personas.
Las satisfacciones que he tenido hasta el momento han
sido varias pues es todo un reto ser maestro, pero cuando puedes motivar o
cuando los alumnos aprenden algo que les servirá o cuando te recuerdan, por que
los corregiste de algo que no olvidaran es gratificante, claro esta por de mas
decir que todos tenemos al alumno que siempre trata de hacernos menos o ponerse
a nuestro nivel como docente, sin embargo, nosotros como ejemplo debemos de
saber tratarlo para no afectarlo y corregir la actitud destructiva, tornarla
benéfica para el estudiante. Tomar esa energía, esa capacidad, esa fuerza y
enfocarla a algo bueno, algo positivo o constructivo.
La preocupación principal que tengo como docente, es la
de no estar haciendo las cosas mal, estar enseñando correctamente lo que sé,
pasar a los estudiantes un buen conocimiento, sin que tengan dudas, donde haya
quedado claro el tema, donde las inquietudes sean resueltas, para conseguirlo
debo colocarme en el lugar del estudiante, escucharme hablar y observar con
detenimiento si mi explicación es entendible, de otra manera debo cambiar la
estrategia y mejorar la clase. Al principio me enfocaba en que el alumno
explicara los temas del programa, a base de exposiciones, sin embargo me di
cuenta pronto que eso esta mal, pues por que el alumno no puede explicar algo
que no sabe y aun siendo investigado, no hay quien se lo explique, por tal
motivo cambie el modo y comencé impartiendo la clase de una manera mas
entendible donde el alumno pudiese comprender el tema de diferentes formas
debido a que no todos los alumnos prenden igual.
El ser docente para mi es algo muy importante, todos los
días que nos presentamos a trabajar fungimos como un ejemplo a seguir, por tal
motivo, si queremos gente de bien, debemos comenzar con el ejemplo, después de
eso nos queda la mejora personal, ser competente, actuar de manera que el
estudiante se fije mas en tus virtudes que en tus defectos.
Dentro del contexto social el papel que desempeñamos es
muy importante pues ser docente, es la razón de que existan buenos
trabajadores, buenos médicos, obreros, laboratoristas, gente responsable, gente
de bien, puesto que somos una parte muy importante en la vida de las personas,
somos quienes les enseñan a tomar el toro por los cuernos, a ver de la mejor
manera la vida, a utilizar lo que esta a nuestro alcance para mejorar, a
aprender de nuestros errores y a seguir creciendo mentalmente.
Trabajos citados
Esteve, J. M. (2003). La
aventura de ser maestro. Ponencia presentada en las XXXI Jornadas de Centros
Educativos Universidad de Navarra.